lunes, 7 de enero de 2008
En una ciudad yankee muere un eminente cardiólogo y sus amigos y familiares deciden hacerle un grandioso y pomposo funeral. En medio de la iglesia y detrás del ataúd había un gigantesco corazón todo cubierto de flores.
Terminado el acto fúnebre, el corazón se abre en dos y el ataúd, al son de una hermosa música, se desliza suavemente dentro del corazón. Una vez adentro, las dos puertas se cierran y el ataúd desaparece de la vista de los presentes, encerrado para toda la eternidad en el hermoso corazón.
En ese momento se oye la risa de uno de los amigos del difunto. Todo el mundo se da la vuelta para mirarlo y el señor se disculpa diciendo:
- Lo siento, disculpen... estaba pensando en mi propio funeral... yo soy ginecólogo.
PD: Javi, espero que lo entiendas ^_^
4 Comments:
q malo tío xD
estooo lol xDD
Este me gusta mas que el de la ostra.
Flojoo flojoo y previsible ... jaja
El de la ostra es mejor mil millones de veces!
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